Durante los meses de octubre a marzo se puede disfrutar de hasta 18 horas de luz en Tierra del Fuego, lo que permite aprovechar al máximo cada jornada.
El sol ilumina el Canal Beagle temprano en la madrugada, desde el este, lo que resulta ideal para hacer una navegación en catamarán y admirar la fauna marina y los paisajes desde una perspectiva diferente.
Cuando cae el atardecer, el cielo se enciende de rojos y dorados, mientras el sol se pone detrás de las montañas. Una caminata por la costanera de la ciudad o un paseo por la Reserva Natural de Playa Larga son lugares perfectos para observar los colores del crepúsculo austral.
Fuera de la ciudad, las rutas y senderos ofrecen una variedad de escenarios para explorar. Los lagos Escondido y Fagnano son una visita obligada cuando se quiere contemplar magníficos atardeceres sobre las aguas. En la zona norte, los cabos y las costas también invitan a caminar, observar las aves y escuchar el oleaje imponente del Atlántico Sur. Para quienes buscan actividades más relajadas, un paseo en tren, o una caminata corta en el Parque Nacional son buenas opciones cerca de la ciudad.
Y para culminar la jornada, nada mejor que degustar la gastronomía local con una cena a plena luz del día, luego de haber recorrido los rincones más hermosos del fin del mundo.
Durante los meses de octubre a marzo se puede disfrutar de hasta 18 horas de luz en Tierra del Fuego, lo que permite aprovechar al máximo cada jornada.
El sol ilumina el Canal Beagle temprano en la madrugada, desde el este, lo que resulta ideal para hacer una navegación en catamarán y admirar la fauna marina y los paisajes desde una perspectiva diferente.
Cuando cae el atardecer, el cielo se enciende de rojos y dorados, mientras el sol se pone detrás de las montañas. Una caminata por la costanera de la ciudad o un paseo por la Reserva Natural de Playa Larga son lugares perfectos para observar los colores del crepúsculo austral.
Fuera de la ciudad, las rutas y senderos ofrecen una variedad de escenarios para explorar. Los lagos Escondido y Fagnano son una visita obligada cuando se quiere contemplar magníficos atardeceres sobre las aguas. En la zona norte, los cabos y las costas también invitan a caminar, observar las aves y escuchar el oleaje imponente del Atlántico Sur. Para quienes buscan actividades más relajadas, un paseo en tren, o una caminata corta en el Parque Nacional son buenas opciones cerca de la ciudad.
Y para culminar la jornada, nada mejor que degustar la gastronomía local con una cena a plena luz del día, luego de haber recorrido los rincones más hermosos del fin del mundo.