Para ingresar a Tierra del Fuego en auto es necesario cruzar el Estrecho de Magallanes. Para ello, se ingresa desde Río Gallegos, transitando 68 kilómetros por la Ruta Nacional Nº 3, hasta llegar el Paso Fronterizo “Integración Austral” en Monte Aymond, Chile. Para conocer más sobre el ingreso terrestre ingresar aquí.
Río Grande es la primer localidad donde se puede parar a hacer un descanso luego de dejar atrás la frontera. Ubicada junto al mar, la avifauna del sur se despliega en sus costas, protegida por el sitio Ramsar más austral del mundo. El paseo por la costanera de la ciudad invita a la observación de aves y a un buen momento de relax antes de proseguir viaje.
En las afueras, se puede visitar la Misión Salesiana, sitio histórico ligado al desarrollo de Río Grande, el Cabo San Pablo, lugar del naufragio del buque Desdémona y el Cabo Domingo, donde se ubica un viejo faro aún en funcionamiento; paisajes de estepa y mar invitan a contemplar la inmensidad natural.
Otro atractivo del norte de la isla es bien conocido por los amantes de la pesca. El río Grande es sinónimo de excelentes ejemplares de truchas y lodges de reputación internacional. Cada año, profesionales y aficionados de todo el mundo vienen a pescar en los ríos y lagos fueguinos, aprovechando la particularidad del verano en Tierra del Fuego: largos días con hasta 18 horas de luz.
Siguiendo la Ruta 3 hacia el sur, el horizonte de llanuras planas queda atrás y el paisaje comienza a llenarse de suaves colinas. El ocre de la estepa da paso al verde de los árboles y al llegar a la localidad de Tolhuin, en el ecotono, se abre el imponente lago Fagnano, rodeado de bosques de lengas y montañas. Aquí se puede disfrutar de senderismo, cabalgatas, camping y pesca, para luego terminar degustando un buen cordero o un plato de trucha.
Este bellísimo entorno prepara al viajero para el trayecto siguiente. La ruta bordea el lago Fagnano por varios kilómetros, hasta que el bosque comienza a cerrarse y las siluetas de las montañas se hacen más grandes. A medida que se avanza, el camino se vuelve más sinuoso, señal de que estamos acercándonos al cruce de la cordillera, conocido como Paso Garibaldi. En el punto más alto se encuentra el mirador. La postal del lago Escondido entre las montañas bien vale la pena. Esta zona también es popular para realizar excursiones off-road y canotaje.
Desde el Lago Escondido hasta la ciudad de Ushuaia restan unos 59 kilómetros. La naturaleza del fin del mundo va mostrando al viajero sus montañas y valles profundos, que invitan a recorrerlos a pie por escarpados senderos, o a esquiarlos en invierno, cuando la nieve transforma el paisaje en un manto blanco. Además del esquí, se pueden realizar caminatas con raquetas, paseos en motos de nieve o en trineos tirados por perros. El Valle de Tierra Mayor, a sólo 20 kilómetros de Ushuaia, es la zona que concentra los complejos invernales; allí también es posible disfrutar de una excelente gastronomía al calor de un fogón.
A la altura del kilómetro 3017, en la zona conocida como Rancho Hambre, se encuentra la intersección de la Ruta Complementaria “J”, que conduce hasta Puerto Almanza. Este pueblo de pescadores es ideal para degustar pescados y mariscos frescos. También se puede hacer senderismo, avistaje de aves o simplemente disfrutar de la costa y el aire marino.
Retomando la Ruta 3, finalmente se llega hasta Ushuaia. Es entonces cuando se observa como la cordillera se conjuga con el mar. El mítico Canal Beagle se extiende frente a la ciudad, con sus historias de exploradores y naufragios entrelazadas en el viento helado que golpea el Faro Les Eclaireurs desde hace 100 años. Navegar entre sus islotes solitarios y sacarse una foto junto al famoso faro rojo y blanco es una de las actividades favoritas de los visitantes. Sin embargo, la oferta de actividades va mucho más allá, combinando la aventura y la naturaleza con servicios de primer nivel.
Si bien Ushuaia es la última localidad de la provincia, la Ruta 3 no culmina allí. Para llegar hasta el final hay que ingresar al Parque Nacional Tierra del Fuego, al oeste de la ciudad y conducir hasta Bahía Lapataia. Es en este lugar donde un cartel de madera con letras amarillas indica al viajero que el camino ha terminado, allí, entre los Andes y el mar.
Para conocer el itinerario de viaje ingresá aquí.
Para ingresar a Tierra del Fuego en auto es necesario cruzar el Estrecho de Magallanes. Para ello, se ingresa desde Río Gallegos, transitando 68 kilómetros por la Ruta Nacional Nº 3, hasta llegar el Paso Fronterizo “Integración Austral” en Monte Aymond, Chile. Para conocer más sobre el ingreso terrestre ingresar aquí.
Río Grande es la primer localidad donde se puede parar a hacer un descanso luego de dejar atrás la frontera. Ubicada junto al mar, la avifauna del sur se despliega en sus costas, protegida por el sitio Ramsar más austral del mundo. El paseo por la costanera de la ciudad invita a la observación de aves y a un buen momento de relax antes de proseguir viaje.
En las afueras, se puede visitar la Misión Salesiana, sitio histórico ligado al desarrollo de Río Grande, el Cabo San Pablo, lugar del naufragio del buque Desdémona y el Cabo Domingo, donde se ubica un viejo faro aún en funcionamiento; paisajes de estepa y mar invitan a contemplar la inmensidad natural.
Otro atractivo del norte de la isla es bien conocido por los amantes de la pesca. El río Grande es sinónimo de excelentes ejemplares de truchas y lodges de reputación internacional. Cada año, profesionales y aficionados de todo el mundo vienen a pescar en los ríos y lagos fueguinos, aprovechando la particularidad del verano en Tierra del Fuego: largos días con hasta 18 horas de luz.
Siguiendo la Ruta 3 hacia el sur, el horizonte de llanuras planas queda atrás y el paisaje comienza a llenarse de suaves colinas. El ocre de la estepa da paso al verde de los árboles y al llegar a la localidad de Tolhuin, en el ecotono, se abre el imponente lago Fagnano, rodeado de bosques de lengas y montañas. Aquí se puede disfrutar de senderismo, cabalgatas, camping y pesca, para luego terminar degustando un buen cordero o un plato de trucha.
Este bellísimo entorno prepara al viajero para el trayecto siguiente. La ruta bordea el lago Fagnano por varios kilómetros, hasta que el bosque comienza a cerrarse y las siluetas de las montañas se hacen más grandes. A medida que se avanza, el camino se vuelve más sinuoso, señal de que estamos acercándonos al cruce de la cordillera, conocido como Paso Garibaldi. En el punto más alto se encuentra el mirador. La postal del lago Escondido entre las montañas bien vale la pena. Esta zona también es popular para realizar excursiones off-road y canotaje.
Desde el Lago Escondido hasta la ciudad de Ushuaia restan unos 59 kilómetros. La naturaleza del fin del mundo va mostrando al viajero sus montañas y valles profundos, que invitan a recorrerlos a pie por escarpados senderos, o a esquiarlos en invierno, cuando la nieve transforma el paisaje en un manto blanco. Además del esquí, se pueden realizar caminatas con raquetas, paseos en motos de nieve o en trineos tirados por perros. El Valle de Tierra Mayor, a sólo 20 kilómetros de Ushuaia, es la zona que concentra los complejos invernales; allí también es posible disfrutar de una excelente gastronomía al calor de un fogón.
A la altura del kilómetro 3017, en la zona conocida como Rancho Hambre, se encuentra la intersección de la Ruta Complementaria “J”, que conduce hasta Puerto Almanza. Este pueblo de pescadores es ideal para degustar pescados y mariscos frescos. También se puede hacer senderismo, avistaje de aves o simplemente disfrutar de la costa y el aire marino.
Retomando la Ruta 3, finalmente se llega hasta Ushuaia. Es entonces cuando se observa como la cordillera se conjuga con el mar. El mítico Canal Beagle se extiende frente a la ciudad, con sus historias de exploradores y naufragios entrelazadas en el viento helado que golpea el Faro Les Eclaireurs desde hace 100 años. Navegar entre sus islotes solitarios y sacarse una foto junto al famoso faro rojo y blanco es una de las actividades favoritas de los visitantes. Sin embargo, la oferta de actividades va mucho más allá, combinando la aventura y la naturaleza con servicios de primer nivel.
Si bien Ushuaia es la última localidad de la provincia, la Ruta 3 no culmina allí. Para llegar hasta el final hay que ingresar al Parque Nacional Tierra del Fuego, al oeste de la ciudad y conducir hasta Bahía Lapataia. Es en este lugar donde un cartel de madera con letras amarillas indica al viajero que el camino ha terminado, allí, entre los Andes y el mar.
Para conocer el itinerario de viaje ingresá aquí.